3 ingredientes imprescindibles para un email efectivo

Primero que nada, seamos honestos: cualquier correo electrónico que enviemos a nuestra lista de suscriptores es un correo de venta. Incluso aquel que solo incluye contenido de valor. De una u otra forma, estás vendiendo tu marca, mostrando tu estilo, tu manera de pensar, las bondades de tu producto o servicio. Y con todo eso al final lo que buscas es que te compren o te contraten.

¿O no?

Habiéndonos sincerado en este tema, podemos seguir.

¡Larga vida al Email Marketing!

Con el email marketing pasa lo mismo que con el reggaetón y las criptomonedas: todos vaticinan su inminente muerte, y siguen allí, cada vez más fuertes.

Así que si has leído o escuchado que el email marketing es cosa del pasado, no lo creas.

La comunicación vía correo electrónico está más viva que nunca por muchísimas razones; solo mencionaré las más importantes:

1. Es un canal directo hacia tus posibles clientes.
2. Las probabilidades de que te lean son altas, puesto que los lectores te conocen, aunque sea un poco.
3. Es un ambiente propicio para poner en práctica el copywriting conversacional, una charla íntima y de tú a tú con el lector.
4. Es muy económico.
5. Te permite conocer el comportamiento de tus suscriptores (cuántos están en realidad interesados en tu mensaje, qué días y horas tienes mejor tasa de apertura, etc.).
6. Puedes segmentar y personalizar tu comunicación tanto como quieras.
7. Es automatizable/programable, lo cual te ahorra tiempo.
8. Permite un ida y vuelta real y concreto.

Podría seguir enumerando razones para usar el email como instrumento de venta, pero ese no es el objetivo de este artículo, y ya sabes que definir y seguir un solo objetivo al escribir, es la garantía de un mensaje exitoso. Así que no permitas que me disperse, por favor. 🙏

3 ingredientes básicos para un buen email marketing

Que no te engañe su simpleza.

El email marketing tiene su arte. Si lo conoces bien y logras dominarlo, tendrás buena parte del éxito asegurado. Así que lee con atención lo que, en mi opinión, son los ingredientes que no pueden faltar en cualquier correo que envíes a tu lista.

Asunto llamativo

Todo entra por los ojos. Y esto no solo es aplicable a la comida. También al email marketing.

Si no logras cautivar al lector con un asunto que le llame la atención, el resto de tu mensaje habrá muerto antes de nacer.

Si hacemos un paralelismo gastronómico, podríamos decir que el asunto de un correo es equivalente a emplatar tu preparación de forma provocativa.

Pero ¡OJO!

Si solo te enfocas en que luzca bien a primera vista y no te preocupas por la sazón de tu plato, ese comensal no volverá nunca más.

Y es sobre eso de lo que hablo en el siguiente punto. 👇

Coherencia ante todo

Escribir un buen asunto solo te garantiza la apertura del correo, una métrica que cada vez importa menos a nivel de marketing y efectividad.

¿De qué sirve que abran el mail si luego no lo leen o no toman acción? Te respondo: DE NADA.

Entonces, no te valgas de un asunto atrapante si después no podrás sostenerlo en el cuerpo del mail.

• Promete lo que puedas cumplir.
• Demuestra coherencia entre el asunto del mail y su contenido.
• Respeta a tu lector.
• Sé honesto ante todo.

¿Te acuerdas del «tobogán de Sugarman»? La idea es que el lector se deslice suavemente desde el asunto, pasando luego por cada línea y cada párrafo del cuerpo del mail hasta el mismísimo punto final sin perder la atención ni el interés.

Todo un arte que puedes empezar a dominar en mi curso de copywriting. Pero de eso te hablaré al final del artículo. No permitas que nos desviemos del objetivo, te lo suplico. 🙏

Definir y mantener el tono de la marca

Cada marca, negocio o emprendimiento tiene (o debe tener) un tono de voz.

Sí. Aunque se trate de textos escritos, el lector debe sentir o percibir una voz al leerlos. Y esa voz se tiene que parecer a lo que es tu marca: seria, formal, divertida, sarcástica, empática, íntima, alocada, ingenua, intelectual, firme, señorial, jovial, profesional, etc.

Esto es BÁSICO tenerlo claro antes de escribir la primera letra. No solo de tus correos. DE TODOS TUS TEXTOS.

¿Por qué?

Porque de ello dependerá cómo encarar la redacción del mensaje.

Sea lo que sea que escribas —un email, un anuncio, un artículo de tu blog, un post de tus redes sociales— debes mantener un tono que defina y exprese quién eres. Eso, aunque parezca mentira, es lo que hará que algunos lectores empaticen con tu mensaje y otros no.

¿Cómo definir el tono de tu marca?

No es tan sencillo, pero te doy el ingrediente principal e imprescindible: AUTENTICIDAD.

Cuanto más se parezca el mensaje a ti, más fácil se te hará comunicarlo, sonarás más genuino y podrás mantener atentos a tus prospectos por más tiempo.

Porque las caretas se caen más temprano que tarde y el quiebre que allí se produce es casi siempre irreparable.

No temas no gustarle a todos. Tu cliente no es «todo el mundo». Nunca olvides eso.

Podrás leer sobre fórmulas para escribir buenos correos, te ofrecerán plantillas gratuitas para copiar y pegar, te hablarán sobre la longitud ideal de un correo, si poner o no imágenes o videos y hasta la «ciencia secreta detrás de las posdatas».

No digo que todo eso esté bien, ni que esté mal. Toma lo que te sirva, haz pruebas, observa los resultados. Pero no olvides que estos 3 son los ingredientes básicos para cautivar a los suscriptores de tu lista. Sin esto, tenlo por seguro, nada de lo demás que te digan va a funcionar.

ATRACCIÓN + COHERENCIA + TONO DE VOZ = MAIL EXITOSO.

Pero no te guíes por lo que hayas leído acá. Al final, ¿quién soy yo para tener la última palabra en esto o en cualquier otra cosa? Tú solo haz la prueba. Luego, no te olvides de contarme tus resultados.

Coméntame qué opinas sobre este artículo y si consideras que hay algún otro ingrediente imprescindible para tener una estrategia de email marketing triunfadora.

Y ahora sí: si quieres saber todo lo que puedes aprender en mi curso de copywriting, es por aquí.