Hace 13 meses y 13 días escribí este artículo para animar a los emprendedores angustiados por una cuarentena que comenzaba a prolongarse.
Pero la verdad es que ni mi versión más pesimista podía pensar en aquel momento que esto sería tan largo. En Argentina estamos hoy casi tan confinados como los primeros días, y lo más desesperante es que no le vemos fin a esta tragedia colectiva.
Por eso te traigo la versión actualizada de aquel Manual de Supervivencia para Emprendedores en Cuarentena donde diserto sobre lo que hemos aprendido y lo que todavía pueden hacer los que no han encontrado una salida.
¿En qué situación estás hoy?
En mi artículo del año pasado decía que los emprendedores tenían dos opciones: darlo todo por perdido o reinventarse lo más rápido posible. Sin embargo, la mayoría estaba en el medio de esos dos extremos; algunos paralizados sin saber qué hacer, otros convencidos de que «esto acabaría en cuestión de pocas semanas» y otros dando sus primeros pasos en lides diferentes a las usuales.
Lo que sí es indiscutible es la altísima resiliencia que tenemos los emprendedores. Y me incluyo, porque soy una de ellas, pero sobre todo, porque a mí también me tocó dar un volantazo, del cual no me arrepiento para nada. Pero de eso te hablaré —tal vez— en otro momento.
Lo que quiero recalcar es mi asombro, mi admiración y mi reconocimiento a todos los que, de una forma u otra, se sobrepusieron a las vicisitudes y reconvirtieron sus negocios.
¡Y ni hablar de los que se atrevieron a estudiar algo nuevo y comenzar de cero nuevos oficios desconocidos, como el copywriting!
Es el caso de muchos de mis alumnos: gastrónomos que se fundieron, turistólogos en stand by, bioquímicos que ya no quieren vivir dentro de un hospital, milénicos (que nada tienen que ver con mi nombre, sino con la forma de llamar a los millennials según Fundeu) que encontraron el nirvana en el trabajo 100% remoto, profesionales que desempolvaron viejos conocimientos para iniciar una marca personal.
Ninguno de ellos quebrado moralmente.
Todos llenos de energía, ilusión y entusiasmo por las nuevas posibilidades.
Por eso mi pregunta va directo a ti, que estás leyendo esto: ¿a cuál de los extremos te acercas más hoy: al del desánimo o al de la esperanza?, ¿al de la derrota o al del optimismo?
Yo sé que la balanza se ha ido inclinando hacia el empuje y la reinvención. Espero de todo corazón que tú estés en ese plato.
Así que ya tenemos la primera instrucción de este manual: ¡Arriba el ánimo! Que la calamidad no te invada.
Ten la certeza de que hay algo, por muy pequeño o escondido que parezca estar, que puedes hacer para sobrevivir y salir adelante. El optimismo será la linterna que te ilumine y te muestre el camino. Créeme.
La nueva normalidad
Es innegable. Nos hemos acostumbrado a cosas que hace un año nos parecían imposibles: usar barbijo hasta para pasear al perro, ponernos alcohol en gel 294 veces por día y, en Argentina, dejar de saludar con beso y no compartir el mate. ¡IN-CRE-Í-BLE!
Eso demuestra que el hombre es un animal de costumbre y que, en realidad, podemos acostumbrarnos a todo en poco tiempo. Según estudios científicos, solo necesitamos 66 días para habituarnos a algo.
Y si no lo crees, pregúntale a aquel que dejó de ir al gym y ahora entrena en su casa viendo videos de YouTube (y es más consecuente que antes); o al jubilado que se negaba a entender cómo usar el celular y ahora chatea y organiza un Zoom para poder ver a los nietos; o a la que se moría de solo pensar en hablar frente a una cámara y ahora es casi una influencer en las redes sociales.
Segunda lección del manual: Eres capaz de TODO, hasta de lo que siempre dijiste que era imposible.
Y si tarde o temprano vas a tener que atravesar la incomodidad del cambio… ¿Por qué no empezar de una vez? Piensa que cuanto antes comiences, antes te habrás acostumbrado a tu nueva normalidad.
No te resistas. El cambio SIEMPRE es bueno, aunque a veces, al principio no lo entiendas así. Créeme.
Ideas para sobrevivir como emprendedor
Mi artículo el año pasado terminaba con ideas y consejos específicos para reinventarse. Y la verdad es que siguen estando vigentes, son posibles y necesarias.
Por eso te recomiendo que, si todavía no lo has hecho, vayas a leerlo cuando termines este.
Sin embargo, te dejo por acá algunos tips infalibles y necesarios que tienen vigencia siempre, si quieres ser emprendedor y no morir en el intento, pero que hoy, más que nunca, se hacen imprescindibles:
- Es el mejor momento para POSICIONAR TU MARCA. Cuando todo esté más tranquilo, tu cliente te recordará y te agradecerá haberlo acompañado en los tiempos más difíciles.
- DAR, DAR Y DAR. Tal vez ahora no ganes mucho dinero, pero si das valor desmedido y desinteresado, se capitalizará, más tarde o más temprano.
- Ábrete a nuevas formas, a nuevos canales, a nuevos desafíos. El mundo YA NO VOLVERÁ A SER EL DE ANTES, así que tú y tu negocio tampoco.
- CONFÍA. Tengo una máxima: no se nos presenta un problemaque no estemos en capacidad de resolver. Piensa que esto también pasará (aunque esté demorando más de lo deseado) y la idea es que salgamos enteros… mejor aún si salimos más fuertes.
Y si todavía sientes que estás al borde del precipicio, piensas que necesitas dar ese volantazo para no caer, pero no tienes idea cómo, tal vez este artículo que escribí hace un tiempo, te dé algunas pistas de cómo y para qué emprender.
NO OLVIDES QUE ESTO TAMBIÉN PASARÁ. ¡CRÉEME!
Me encantará conocer tu historia y tus inquietudes. Escríbeme en los comentarios y gracias por leer.
2 comentarios en «Manual de supervivencia para emprendedores. Versión 2021»
¡Muchas gracias! Muy generosa.
Gracias a ti por leer y comentar. ¡Abrazo!
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